Tamariu, un pintoresco núcleo del municipio catalán de Palafrugell en la Costa Brava, se encuentra entre acantilados y colinas boscosas. Con su ubicación tranquila junto al Mediterráneo, a unos 100 km al sur de la frontera francesa, Tamariu ofrece una combinación perfecta de belleza natural y encanto tradicional. El pueblo ha conservado su carácter auténtico, al igual que los pintorescos pueblos costeros vecinos Llafranc y Calella de Palafrugell, a pesar de las influencias modernas que han surgido con los años.

Playas y Calas

La playa principal de Tamariu, Platja Gran, se caracteriza por su arena gruesa y sus aguas cristalinas. Especialmente destacable es la cala Lliris en el extremo sur de la playa, donde se encuentra una antigua caseta de pescadores que recuerda la vida marítima del pasado. Al norte se halla la pintoresca cala rocosa Cala d’Aigua Dolça, apreciada por su tranquilidad y belleza natural.

Explorando la costa desde el mar, ya sea en kayak, barco o nadando, se puede llegar a la virgen Cala d’Aigua Xelida, accesible solo desde el agua, un verdadero tesoro de la Costa Brava. Al sur de Lliris, el sendero costero conduce a otra hermosa cala, la Cala Pedrosa, con una antigua caseta de pescadores y un entorno idílico para descansar y relajarse.

Tradiciones y Eventos

Tamariu cobra vida cada año el primer sábado de septiembre durante el tradicional canto de pescadores, la Cantada d’Havaneres. Este evento, celebrado en la Platja Gran, atrae a visitantes de toda la región y revive las antiguas tradiciones marítimas y pesqueras del pueblo.

Encanto del Pueblo y Naturaleza

El nombre “Tamariu” proviene de los tamariscos que caracterizan el entorno. Estos árboles típicos bordean el tranquilo paseo marítimo, flanqueado por encantadoras casas de pescadores elevadas. La combinación de edificios blancos, arena fina y vegetación mediterránea crea un ambiente acogedor y agradable. Un camino entre las casas y la playa invita a relajantes paseos a lo largo de la costa.

Tamariu es un lugar de retiro tranquilo que enamora tanto a los amantes de la naturaleza como a quienes buscan relajación, gracias a su carácter auténtico, su diversidad paisajística y sus pintorescas calas. Una estancia en Tamariu permite descubrir la verdadera belleza de la Costa Brava, alejada de los grandes núcleos turísticos, y disfrutar plenamente del estilo de vida mediterráneo.